domingo, 6 de septiembre de 2009

el inicio del movimiento nazi en chile








En los años 1930 y 1940 fue común a muchos procesos políticos de América Latina el desarrollo de corrientes de corte ultranacionalista que pretendían un tercer camino entre el capitalismo y el socialismo. Estas corrientes se vieron poderosamente influenciadas por los fascismos europeos (Portugal, Italia, Alemania) que planteaban el surgimiento de un "nuevo orden" basado en la disciplina social, el culto de un fuerte nacionalismo y el desarrollo de las potencialidades productivas y guerreras de la nación. De este modo también, esta corriente fue adoptando un profundo autoritarismo en su quehacer político. Es así que líderes populistas civiles como Arnulfo Arias en Panamá y Getulio Vargas en el Brasil, y cabecillas castrenses como German Busch en Bolivia y José Félix Uriburu y Juan Domingo Perón en Argentina, fueron simpatizantes de esta tendencia que limitaba con el fascismo.

En Chile, el impulso nacionalista fue muy fuerte y sectores ligados a la derecha crearon grupos y partidos políticos de tendencia corporativista. Entre ellos resaltan la revista Estudios y el Partido Acción Republicana. Por lo mismo, no extraña la abierta simpatía de los militares chilenos por las ideas populistas y nacionalistas. El más fiel representante del nacionalismo militar chileno fue el general Carlos Ibáñez, quien fue una figura política de primer orden en ese período.

Como resultado de la recesión económica mundial que redundó en un colapso de las finanzas, el empleo (principalmente en la producción de salitre) y las condiciones de vida de la población, el gobierno militar de Ibáñez se desmoronó abruptamente en julio de 1931, después de varios días de movilización popular. La caída de la dictadura provocó una honda crisis política que abarcó los años 1931 y 1932. Ésta se caracterizó por la agudización de las contradicciones sociales, un pronunciado fraccionalismo castrense y la consiguiente virulenta reacción civilista que dio paso a la formación de la Milicia Republicana, un verdadero ejército civil. A diferencia de la tradicional unidad de las Fuerzas Armadas, patentizada por el férreo liderazgo ibañista a partir de 1924 y un universo doctrinal consensual, surgió una serie de varios liderazgos que pusieron en duda la supremacía del caudillo. Así también, producto de la derrota política que significó el término anticipado del gobierno militar, varias nuevas ideologías pugnaron por dominar las concepciones político-ideológicas de las Fuerzas Armadas y la población civil. Entre ellas resaltaron el nacionalismo corporativo de tendencia fascista, el propio ibañismo -una especie de populismo-, sin duda la tendencia más significativa en las filas, el socialismo y el constitucionalismo.

En ese contexto histórico, se desarrolló en Chile con fuerza el movimiento nacionalsocialista, incluso antes de la asunción al poder de los nazis alemanes. Su principal base de apoyo la constituyeron los colonos alemanes y sus descendientes, la clase media criolla y los militares.

La filial del partido nacionalsocialista alemán (NSDAP), fundada en 1931 en Santiago por Willi Köhn, Richard Zeissig y el general von Knauer, se encargó de infiltrar (N.d.E.: es un juicio de valor... de igual modo podría sostenerse que el PC "infiltró" la "clase proletaria") con éxito a la colonia alemana radicada principalmente en el sur del país.





Por su parte, entre la población chilena surgió un grupo de carácter mesiánico y paramilitar, llamado Movimiento Nacional Socialista (MNS) que se llamaba así mismo "nacista" (un eufemismo de la palabra alemana nazi) (N.d.E.: no es un "eufemismo", sino simplemente la transliteración correcta de la Sigla al castellano. Si lo fuese, entonces "OTAN" sería un "eufemismo" de "NATO"), y que llegó a tener cierta fuerza política y apoyo popular. Además, la tradicional influencia alemana presente en el Ejército desde fines del siglo XIX, hizo fuerza para que surgieran simpatías por el nazismo en las filas militares.

El NSDAP, a través del NSRKB (Nationalsozialistischer Reichskriegerbund, una liga de ex combatientes) consiguió muchos adeptos entre las Fuerzas Armadas chilenas. Por último, también en este período varios oficiales y algunos civiles formaron pequeños grupos con propósitos conspirativos, los que se caracterizaron por un discurso nacionalista, antisemita y de admiración por Alemania. Pese a que la problemática del racismo tuvo poco desarrollo en el país, debido a la presencia poco numerosa de judíos, estos grupos combatieron los intentos aislados por permitir la inmigración judía.




1 comentario:

  1. - ...llamado Movimiento Nacional Socialista (MNS) que se llamaba así mismo "nacista" (un eufemismo de la palabra alemana nazi) (N.d.E.: no es un "eufemismo", sino simplemente la transliteración correcta de la Sigla al castellano. Si lo fuese, entonces "OTAN" sería un "eufemismo" de "NATO")-

    debiste eliminar esto, porque corresponde a lo escribe una segunda persona.

    Pero bien por la información histórica.

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